Una breve historia del Hammond

Hubo tres inventos que inspiraron a Laurens Hammond (1895–1973), un fabricante de relojes eléctricos, para construir y comercializar un órgano electromecánico compacto con generación de sonidos mediante rueda fónica. La inspiración musical vino del Telharmonium de Thaddeus Cahill. Los métodos de producción en cadena de Henry Ford y el motor síncrono de reloj doméstico fueron los otros dos factores.

El Telharmonium (creado hacia 1900) fue el primer instrumento musical que hizo uso de las técnicas electromecánicas de generación de sonido. Sus inmensos generadores de rueda fónica ocupaban un edificio de dos plantas en Nueva York. Durante un corto periodo de tiempo, los suscriptores de la época pudieron encargar música del Telharmonium por la red telefónica de Nueva York (el “streaming” de audio de aquel tiempo). La única herramienta de amplificación era el diafragma mecánico del teléfono, ya que aún no se había inventado un verdadero amplificador de válvulas ni unos altavoces aceptables. El Telharmonium fue un fracaso comercial, pero su lugar histórico como predecesor de los instrumentos musicales electrónicos de la actualidad es incuestionable. El Telharmonium también introdujo los principios de la síntesis aditiva electrónica (consulte Síntesis aditiva con correderas).

Laurens Hammond empezó a producir órganos en 1935 en Chicago, Illinois (EE.UU.), utilizando el mismo método de generación del sonido. No obstante, utilizó generadores de tono mucho más pequeños y menos registros. La patente de este órgano, el modelo A, data del año 1934.

También pertenece a Hammond la patente del reverb de muelle electromecánico, que aún se encuentra en innumerables amplificadores de guitarra.

El Hammond B3 se fabricó entre 1955 y 1974. Es el modelo de Hammond preferido por los organistas de jazz y rock, como Fats Waller, Wild Bill Davis, Brother Jack McDuff, Jimmy Smith, Keith Emerson, Jon Lord, Brian Auger, Steve Winwood, Joey DeFrancesco y Barbara Dennerlein.

Además del B3, hay otros instrumentos Hammond más pequeños, conocidos como la serie spinet (M3, M100, L100, T100). También se fabricaron modelos de consola más grandes, muchos de los cuales se diseñaron para cubrir las necesidades de iglesias y teatros estadounidenses (H100, X66, X77, E100, R100, G-100).

La producción de órganos electromecánicos cesó en 1974. A partir de entonces, Hammond fabricó órganos totalmente electrónicos.

El nombre de Hammond vive en la gama de órganos electrónicos de barras correderas Hammond-Suzuki, que comenzó con la aparición de un modelo de B3 digital que imita el diseño y las funciones del B3 clásico (sin su peso). Este modelo, así como sus unidades posteriores, pueden asociarse con cajas de altavoces giratorios reales y mecánicas, de las que también dispone la empresa.